En el día al día del marketero todo se centra en la creación de conciencia, contar historias y usar datos para generar impacto, sin embargo, no hay que olvidar que el objetivo principal del diseño de las estrategias va ligado a la creación de influencia en el ámbito global.
Este es uno de los principales obstáculos a los que se enfrenta
el sector tal y como señala Amir Kassaei, director
creativo de DDB
Worldwide: el problema a la hora de generar influencia.
Muchas son las tertulias sobre lo realmente importante para una marca o un producto y la mayoría concuerda en que el factor más importante es la influencia. Sólo las marcas que son influyentes pueden considerarse
relevantes, esto es la consecuencia de tener la capacidad para influir en las sociedades y de esta manera cambiar patrones de conductas y formas de pensar.
La influencia se consigue a través de las ideas, frases atractivas que generan identidad con la marca, además de exaltar la verdad para generar impactos,
simpatizantes que se suman a una cuenta que multiplica el mensaje basados en el respeto y
la comprensión de la gente.
Hay que ser realista y entender que construir
la confianza lleva tiempo, la gente nunca olvida cómo les
hemos hecho sentir más allá de lo que digamos o hagamos y todo tiene su recompensa, la conexión emocional con el consumidor y el cliente.
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