Con los avances científicos podemos afirmar que la creatividad no es sólo un talento sino que además se aprende, entonces no pierdas el tiempo y ponte en sintonía para experimentar cosas nuevas, en http://www.marketingdirecto.com/ nos dan unas sugerencias para empezar:
- Haga garabatos
Siempre se ha dicho que hacer garabatos denota falta de atención,
pero a veces está relacionado con lo que nos están contando y nos
permite mantener la atención. Hacer garabatos hace que recordemos y que
activemos partes de nuestro cerebro que, de otra manera, no estarían
trabajando, haciendo que estemos más activos mentalmente y que nos
surjan nuevas ideas inconscientemente relacionadas con lo que estamos
pensando.
- Apúntese a algún curso de algo que no sepa hacer
Si intenta hacer algo nuevo, algo que desconoce completamente, hará
que su cerebro preste más atención, ya que no conoce las técnicas ni la
forma de trabajar, y no se convertirá en un trabajo rutinario en el que
la creatividad se limita a cambiar de lugar donde tomar el café por las
mañanas.
Aprender a tocar un instrumento, apuntarse a talleres de costura, de
ebanistería o de idiomas le supondrá un mayor esfuerzo, pero la
recompensa seguro que será satisfactoria cuando aprenda a tocar la
primera canción, cosa su primera prenda, haga su primera caja o aprenda
una palabra nueva.
- Establezca el mejor lugar de trabajo
Los niños están libres de críticas, son inmunes y hacen lo que hacen
por gusto y, además, están orgullosos de todo lo que hacen. Los adultos,
por el contrario, tienden a disculparse por las cosas que no les gustan
a los demás y sus malas ideas. Debe de ser el precio de hacerse adulto.
Aunque seguir todas las ideas descabelladas que uno tenga no es
sinónimo de éxito, sí lo es de valentía y, gracias a la valentía, muchas
empresas veteranas siguen funcionando a pesar de los años
transcurridos. Si Google no dejara jugar al futbolín a sus empleados, es
posible que les fuese bien de todos modos, pero aunque seguramente no
tan bien. Permitir a los empleados sentirse cómodos en su lugar de
trabajo y dejarles administrar su tiempo, equivocarse y seguir
produciendo sin una reprimenda como castigo a las malas ideas hará que
se sientan más confiados y generen más ideas.
- Deje a un lado el brainstorming y muévase
Siempre hemos oído que el brainstorming es una buena forma de hacer
que un grupo tenga buenas ideas, aunque, como todos los grupos, tiende a
haber personas dominantes que pueden no dejar ser creativos a los
demás, por lo que, a veces, no son tan efectivos como pensamos.
Si salimos del lugar de trabajo y cambiamos de ambiente, haremos que
las ideas que no hemos tenido puedan aparecer como por arte de magia
simplemente con mirar a un niño jugar con la pelota o alguna situación
curiosa que veamos. También sabemos que el deporte hace que nuestro
cerebro se active y que dejemos de prestar atención a lo que necesitamos
y que las ideas aparezcan solas.
- Hágase con un cuaderno para tomar notas o dibujar
Un cuaderno pequeño nos valdrá para apuntar todo lo que se nos
ocurra: ideas, recuerdos, dibujar algo que nos haya llamado la atención o
practicar lo que hayamos aprendido en el curso al que nos apuntamos en
el punto 2.
Si no sabemos dibujar, no pasa nada. Los dibujos que haremos al
principio harán que nos sintamos un poco inútiles, pero harán que
mejoremos y que nuestras ideas se vayan desarrollando.
- Los juguetes, en el escritorio
Juguetes, manuales de origami y piezas de Lego pueden entretenernos,
pero también puede hacer que nos centremos en algo ajeno a nuestro
trabajo. Partir de 100 piezas únicas de Lego para crear un coche es un
ejercicio creativo que hará que nuestro cerebro siga absorbiendo
creatividad.
- Escriba relatos cortos
Los relatos cortos de, por ejemplo, 100 páginas, nos harán más
creativos, ya que partimos con una premisa de espacio y tenemos que
desarrollar una historia partiendo de ahí. A veces partimos de una idea
establecida y otras veces de historias originales. Escribir con unos
límites preestablecidos nos hará más sintéticos y el esfuerzo que esto
supone, más creativos.
- Haga el test de los 30 círculos
Dibuje 30 círculos en un folio. Ahora, déle sentido a cada uno de los
círculos: un ojo, o un sol, o una luna, o una pelota… tan sólo queda
darle sentido a 26 círculos más. Pero no desespere, no hace falta
ponerse nervioso. Pensar en cosas circulares es fácil, pero a veces hay
que darle un par de vueltas para que nos vengan a la cabeza: una lata de
refresco vista desde arriba, por ejemplo, puede ser el quinto objeto.
Siga pensando.
- El role-playing sirve para algo más que disfrazarse
El role-playing puede ayudar a una persona a pensar como otro, a
ponerse en su lugar, ya sea un cliente, un consumidor, un compañero o un
jefe. Apoyarse en compañeros que hagan de otra persona también hará que
entendamos mucho mejor a las otras partes: nosotros seremos
trabajadores de la empresa, pero también usuarios de los productos y
podremos tener dos visiones distintas de un mismo servicio, el que
ofrecemos como trabajador y el que consumimos como usuario.
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