La incorporación de las redes sociales en la cotidianidad de las personas ocasionó que productos y marcas aprovecharán esa estrecha relación con sus clientes para difundir sus anuncios, sin embargo, un nuevo estudio refleja que las personas no soportan la publicidad digital.
Así lo confirma la plataforma Instart Logic y el investigador de mercados Propeller Insights, quienes realizado una encuesta a más de 1.000 adultos estadounidenses, según AdWeek.com para medir la efectividad de los modelos económicos digital display.
Sorprendentemente la investigación arrojó que la mayoría de los consumidores sienten molestia con las experiencias publicitarias desde las redes sociales (45%), hasta los sitios de retail (36%) y los portales de noticias (34%).
Más de la mitad de los encuestados (51%) consideran que los sitios web deben reducir el número de anuncios parta evitar distracciones, pues el 57% indicó que los pop-up son un problema y el 50% reconoció su molestia ante los anuncios que ocupan la pantalla entera.
En ese sentido el 44% sugirió como alternativa aceptable la publicación tan solo de dos avisos.
El estudio de opinión también mostró que el 42% de los clientes se molestan cuando experiencia de compra en los sitios retail es interrumpida por un anuncio pop-up y el mismo número manifestó su descontento con los sitios muy pesados que tardaban mucho tiempo para cargarse.
Es por ello que el reto actual de las compañías es adaptarse a los nuevos patrones de conductas de los consumidores digitales y corregir sus estrategias orientadas a no interrumpir la visualización del contenido, así como disminuir la presencia de avisos, pues la misma encuesta asegura que el 36% de los clientes están dispuestos a no volver a un sitio o app cuanto este se queda colgado, mientras que el 48% aseguraron que abandonan el sitio.
El general manager of advertising de Instart Logic Chris Binstadt, detalló “los consumidores se han vuelto expertos sobre lo que realmente quieren ver y cómo lo quieren ver. Con el espacio madurando y avanzando, al mismo tiempo, los consumidores se han vuelto mucho más puntillosos e inconstantes”.
